¿Cómo se trabaja desde un enfoque sistémico centrado en soluciones?
Las premisas fundamentales son:
Terapia breve: una media de 4 a 6 sesiones.
– Centrado en soluciones: es una forma de pensar que no empieza atacando el problema sino buscando las soluciones. Una pregunta muy típica es ¿Qué cosas serán diferentes cuando todo se haya solucionado? La TBCS ocupa casi todo su tiempo en construir imaginariamente cómo será la vida sin el problema. Se hace de una forma detallada y concreta acercando esa visión lo máximo posible a la realidad. Orientar las conversaciones hacia lo que funciona producen los siguientes efectos:
Acorta la duración de la sesión, otorga al cliente la sensación de ser él quien dirige el cambio y permite finalizar la terapia en pocas sesiones.
– Los clientes tienen recursos para resolver sus quejas: se centra en los recursos de las personas más que en sus déficits, en sus fuerzas más que en sus debilidades y en sus posibilidades más que en sus limitaciones.
– No es necesario conocer la causa para resolver el problema: antes de empezar el tratamiento, la mayoría de los clientes preguntan por qué les pasa eso o cómo se llegó hasta ese estado, sin embargo, rara vez este tipo de preguntas nos acercan a la solución, rara vez saber por qué se fuma sirve para frenar las ansias de fumar. Lo que importa es la solución, lo que importa es el presente y el futuro.
– El principio de los pequeños pasos: solo es necesario un pequeño cambio, es como la bola de nieve que empieza muy pequeñita y cada vez se hace más grande, y ese cambio origina nuevos cambios y afecta a toda la familia y a distintas áreas personales, y es tan simple como que “la solución empieza con el primer paso”, y este primer paso es en la mayoría de los casos la toma de conciencia de que existe una dificultad / problema y que quieren solucionarlo.
– Lenguaje de posibilidades y de expectativas de cambio: este tipo de lenguaje es una herramienta que permite que el terapeuta y el cliente construyan una realidad alternativa donde el cambio no solo es posible sino inevitable.
– Anormativismo: entendemos por enfoque anormativista a aquel que no trabaja con etiquetas ni diagnósticos. Trabajamos en colaboración con el cliente sin juzgar lo que es normal o anormal, correcto o erróneo, trabajamos con los objetivos de los clientes y lo único que nos importa es la percepción que ellos tengan de las cosas.